Pedro (Izq) y Juan llevan 2o años como pareja y 10 años conviviendo. A Pedro hace 21 años la vida le cambió. Conoció a Juan, su «compañero», y al mismo tiempo que empezaba la historia de amor irrumpía en su vida un tercero en discordia, el VIH. Cuando Pedro descubrió que era seropositivo llevaba sólo unos meses con Juan y le planteó romper: «En aquella época la información sobre el sida era muy confusa y no le quería joder la vida con esta historia», cuenta. Pero Juan, que estudió Medicina y ejerce como profesor de Historia de la Ciencia, decidió que quería compartirlo todo con él y que la enfermedad no iba a ser un impedimento. Toda una prueba de amor.
En España, se estima que entre 120.000 y 150.000 personas están infectadas por este virus. A pesar de que en el último año los nuevos diagnósticos de VIH han descendido, se ha detectado un repunte en la transmisión entre hombres que mantienen relaciones con hombres, la vía de contagio más frecuente, según datos del Ministerio de Sanidad.
Va más allá. «¿Me creerías si te dijera que esto es lo mejor que me ha pasado?», pregunta Pedro a la periodista, que se apresura a responder un «¿por qué?» incrédulo. «Porque cambió mi percepción de la vida, de las personas y me enseñó a mirar las cosas desde la distancia. Tienes varias opciones: o hundirte o tratar de convivir con ello dignamente, que es el punto en el que yo estoy», argumenta.
La sensación de que no hay peligro, lleva a muchos a no tomar precauciones en sus relaciones sexuales, por eso, con motivo del Día Mundial del Sida, que se celebra este miércoles, las instituciones recuerdan a los ciudadanos la importancia de utilizar el preservativo y hacerse la prueba.
La vida en pareja
Aunque el VIH pueda verse de primeras como un obstáculo para la convivencia con una persona sana, la realidad es que Pedro y Juan han visto cómo otras parejas se juntaban, se separaban y se volvían a juntar, mientras ellos continuaban su historia, que ya dura dos décadas.
«No siento que el VIH limite mi vida de pareja. Esta enfermedad no se contagia, sino que se transmite haciendo cosas muy concretas. Evitamos las prácticas de riesgo y tomamos precauciones. Cada uno tiene su cepillo de dientes, su cuchilla... pero son medidas que cualquier pareja debería aplicar a no ser que tengan una confianza cien por cien», explica Pedro aABC.
La enfermedad tampoco ha supuesto una traba en su carrera profesional, que, por otro lado, ha sido y es muy prolífica. Este «artista poliédrico», como le llama uno de sus amigos, ha trabajado como pintor, actor, director de arte y escenógrafo. «Nunca me he sentido discriminado, sino todo lo contrario, muy arropado» asegura Pedro, quien reconoce que desde el primer momento compartió su situación con el círculo más cercano.
«Me siento afortunado»
Reconoce que ha tenido suerte porque sabe de otra gente a la que la enfermedad ha tratado peor. Un diagnóstico temprano y un seguimiento riguroso de la medicación le han permitido llegar a los 60 años con una vitalidad que ya quisieran muchos a su edad. «Patino, voy al gimnasio, no me privo de tomarme un vinito o unas cañas, intento llevar una dieta sana, me siento afortunado», asegura Pedro, quien reconoce que, en los últimos 20 años, ha pasado por estadios complicados, pero que los peores momentos de su vida no han tenido que ver con la enfermedad. «Hay cosas de los seres humanos que me han hecho más daño que el VIH», afirma rotundo.
Con esta filosofía por bandera, hace cinco años decidió tratarse lalipodistrofia, una de las huellas físicas más patentes del VIH. «Si no te reconoces en el espejo no puedes seguir adelante. La autoestima es uno de tus mayores aliados. Si la tienes alta, te comes el mundo», asegura Pedro, que acudió a una clínica de estética para que le rellenaran los tejidos de la cara en los que había perdido grasa. Hace unos meses, su doctor le informó de que la Seguridad Social cubre esta demanda de las personas con VIH.
Precisamente, la confianza en el médico es uno de los puntos más importantes en el tratamiento de esta enfermedad porque ellos son los que mejor pueden aconsejar al paciente. Pedro reconoce la labor y la entrega de los profesionales sanitarios de las unidades de VIH de los hospitales. Con su doctor actual tiene una relación casi de amor, pero los comienzos de la enfermedad fueron duros: «Tuve un médico en Málaga que me dijo que el VIH era un castigo de Dios».
Visibilidad
Después de 15 años viviendo la enfermedad de manera individual, con su pareja, sus amigos y su médico, Pedro se fue implicando en la lucha contra el sida colaborando como voluntario en el Comité Ciudadano Anti-sida de Salamanca, desde donde informan, asesoran y apoyan a las personas seropositivas.
El siguiente paso contra el estigma ha sido hacerse visible participando en el documental «Elige siempre cara», promovido por Cesida, en el que varios afectados por VIH narran su experiencia en primera persona y animan a otros a informarse sobre sus derechos, consultar con su médico sobre las diferentes opciones de tratamiento e identificar recursos para afrontar su situación.
En esta última aventura también le ha acompañado su inseparable Juan, para el que sólo tiene palabras bonitas: «Él también quería dar la cara. Estamos en el mismo barco, vivimos una auténtica conexión y lo demás son circunstancias. Aunque suene cursi, no me imagino la vida sin él. Es mi compañero y espero que lo sea el resto de mi vida...».
Felicidades Querido Henri! Me encanta la inspiración y la sensibilidad que muestras en los temas de tu blog. Especialmente inspirado me ha parecido el articulo de Pedro y Juan, una verdadera historia de amor que prueba que el vih no es obstáculo para cambiar vidas a mejor y mejor. Me ha reconfortado observar como una persona viviendo tantos años con el virus es capaz de cambiar el foco de su atención, deja de centrarse en su enfermedad para concentrarse en su vida (radiante de salud). el mensaje de Pedro es un ejemplo a seguir en la comunidad porque muestra su fuerza para pasar sobre sus miedos y ser capaz de cambiar su propia percepción de la vida, centrarse en mirar (a la vida) de otra manera y crecer como persona.... un valiente sin duda, a la que la vida le otorgará nuevas y maravillosas oportunidades. Me gustó mucho la transparencia de su verdad. Recibe un afectuoso saludo lleno de energia. Ana Maria
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